El nuevo caiño tinto de Adegas Moraima, los nuevos vinos Rias Baixas

Hace casi un año dedicábamos este post a Adegas Moraima y adelantábamos que pronto vería la luz su esperado Caiño tinto, asistimos a su presentación y lo degustamos con alegría en una cata dirigida acompañados de profesionales y amigos del vino.

Hoy Moraima se enorgullece de añadir a su producción este nuevo tercer elemento monovarietal, amparado también bajo la etiqueta de Rías Baixas, que acompañará a sus blancos Moraima y Aba de Trasumia, 100% albariños.

Los pequeños pueden hacer cosas grandes, un buen ejemplo de ello lo vivimos el año pasado en Barro, un municipio de Pontevedra, familiar ya para nosotros, que se esfuerza con éxito en promocionarse como destino a través de su mejor vino y gastronomía.

En esta ocasión se organizaron una serie de actividades múltiples que hicieron que muchas personas todavía no familiaridas con la zona, aprendieran a situarla entre las rutas rurales con más sabor de la zona del Salnés.

 

El caiño es un uva delicada que consiguió resistir estoicamente el ataque de la filoxfera, un vino identificado en el pasado con las clases más altas, las únicas que lo siguieron produciendo, mientras que el resto de la sociedad optó por el uso de híbridos más productivos, dejando la parra de caiño como objeto decorativo y de paso para dar sombra a sus casas. Visitamos los viñedos antiquísimos de Caíño, también conocidos como tinta femia, una variedad gallega que se da especialmente bien en esta zona alta del Salnés y en la comarca do Morrazo.

A Casa do Carreteiro nos abrió sus puertas en esa ocasión de para en par, para permitirnos observar desde muy cerca, las cepas de estos viejos viñedos que datan del 1870, casi nada….unas tres generaciones los han visto crecer, hoy bajo nuestra mirada se yerguen orgullosos y nobles con el tinte dorado del otoño en sus hojas.

Son hoy escasas las plantaciones de caiño que quedan por estos lares, las pocas que quedan están concentradas en manos de contadas familias que elaboran el vino de una forma bastante artesanal. Bodegas Moraima ha querido recopilar una selección de esta uva milenaria no injertada por híbridos americanos (patrón directo), escogida con mimo y laboriosidad para iniciar una nueva andadura con esta variedad tan especial. La suerte está echada, dentro de unos meses se podrá catar su primera añada de Caiño tinto, un vino por el que ya hay pujas y levanta mucha excitación en el mundillo de los profesionales y aficionados al vino.

Bodegas Moraima se forma tras la unión de 10 pequeños viticultores que a modo de cooperativa deciden dedicarle parte de su tiempo a lo que más les gusta, elaborar vino. Todos ellos poseen un objetivo común, tener “buena uva” . No fue fácil poner a 10 personas de acuerdo para ponerle nombre a aquel proyecto incipiente, pero pronto se llego a un consenso, alguien mencionó la palabra Moraima, nombre de un poema de amor que Celso Emilio Ferreiro dedicó a su mujer, para muchos, el más bello poema de amor de la literatura gallega. Su bodega, un espacio pequeño y sencillo, así como sus pretensiones iniciales de elaborar una sola marca, se alejaban de las nomenclaturas tipo Pago, Pazo, Señorío…… aceptaban pues de buena gana un nombre merecedor de palabras tan bellas. Amor sobraba en su proyecto del que saldría también un poema pero éste en forma de vino.

De allí salimos con la sensación de que sí, hay cosas que se siguen haciendo bien, personas que se implican hasta la médula para poder poner su corazón en lo que hacen, prueba de ello son los vinos de esta bodega, vinos de garaje, termino con el que los cooperativistas definen medio en broma medio en serio sus vinos.

Te apetecería visitar alguna de las mejores bodegas de Galicia o Norte de Portugal? Dínoslo y te ayudamos a organizarlas en LaresyMares